Cada una de estas constituciones posee un determinado régimen dietético que armoniza la salud. El dulce, por ejemplo, armoniza a la constitución vata y pitta. El ácido disminuye vata, pero incrementa pitta y el exceso de ácido incrementa también kapha. Por ello, el consumo regular de vinagre de manzana, trabajará adecuadamente pero solo en algunas personas; o el consumo de vitamina C, ácido ascórbico, será contraproducente en una persona de constitución pitta. De la misma forma, sucede con lo salado, picante, amargo y astringente. Para identificar estas constituciones que pueden variar según la enfermedad, se requiere una evaluación clínica, evaluación del pulso y examen físico. En la medicina china, la nutrición considera exactamente lo mismo, la constitución, y por ello establece una base sólida del conocimiento de los sabores, órganos, emociones y enfermedades de los pacientes. Por ejemplo, el bazo-páncreas, en medicina china controla la digestión. A nivel emocional, el bazo-páncreas expresa nuestras habilidades para lograr nuestras necesidades, que cuando se cumplen generan confort y seguridad en nuestras vidas. La vinculación entre alimentos y emociones ocurre desde el nacimiento, pues desde allí, el vínculo entre el alimento del pecho de nuestra madre y el confort queda establecido. Por ello, la habilidad de nutrir nuestras emociones está relacionado con nuestra digestión. La excesiva preocupación por lograr nuestras metas (prolongados periodos de estudio, muchas horas sentados procesando información o la preocupación excesiva e indecisión de nuestros problemas) debilita la función del bazo-páncreas, siendo uno de los síntomas de su desarmonía, la avidez intensa por las cosas dulces. Cuando se identifica esta deficiencia, se indicarán estilos de vida para balancear esta alteración, junto con una nutrición óptima para corregir la deficiencia. En una deficiencia de bazo-páncreas, en medicina china, predomina la humedad, que es similar a la constitución kapha, por lo que se evitaran alimentos que promueve esta condición como cerdo, carne roja, naranja, trigo, pastas, pan, plátano, azúcar, grasas saturadas, cerveza, y se favorecerán alimentos que resuelvan este estado como cebada, apio, algas, ajos, rábano, entre otros. Por último, en este caso, se diferenciarán también aquellos alimentos que reduzcan la humedad con calor o aquellos que reduzcan la humedad con frío, por lo que además del sabor, se considera la naturaleza y temperatura energética de los alimentos.